martes, 1 de febrero de 2011

CRÍTICA DE:


Siempre es todo un acontecimiento la llegada a las pantallas de una nueva creación de ese monstruo del cine llamado Alejandro González Iñarritu y si encima viene acompañado de otro genio como Bardem en el papel principal, pues miel sobre hojuelas.

Es una pena que en este caso, Iñarritu no haya contado con su guionista de toda la vida, Guillermo Arriaga aunque entiendo que quiera dominar todos y cada uno de los aspectos de su película. Las cotas a las que nos tenía acostumbrados este director Mexicano eran tan sumamente altas, que era normal que su siguiente filme estuviese algo por debajo de su predecesoras (Babel, 21 gramos y Amores perros), sin embargo la calidad de esta nueva película es indudable y en ella hay muchas señas de identidad del resto de su filmografía. 

Biutiful se acerca en su planteamiento mucho a Amores perros, reflejándonos historias costumbristas sumamente impactantes, dandonos a conocer esa cara oculta de las ciudades que nadie quiere ver, con situaciones desgarradoras y personajes dualistas, flirteando en demasía con el lado oscuro de su alma. El título es una clara ironía a todo ese mundo sórdido que nos refleja el autor de una Barcelona decadente, mostrando todos los males que surgen de la inmigración y la pobreza. 

Iñarritu nos hace caminar por todos esos escenarios a través de los ojos de Uxbal (Javier Bardem), un padre de familia que tiene que sacar adelante a sus hijos él solo por la dura enfermedad mental que atraviesa su esposa, aprovechando todos los resquicios no precisamente legales que le ofrece la Barcelona multicultural además de contar con el don de ver a los muertos. Si todo esto fuera poco, todo ello lo tiene que hacer sabiendo que su vida pende de un hilo, tras detectarle un cáncer terminal (Acercándose aquí a 21 gramos). Todo este camino vital servirá a Uxbal para intentar arreglar su alma e irse en paz al otro lado.

Es increible como este director contando con personajes que les han arrojado a un mundo que no debiera ser el suyo nos va deshojando la margarita de los males del ser humano de una manera visualmente atractiva sin concesiones.

Hay que reconocer que Biutiful puede ser la peor de la filmografía de Iñarritu pero solo el lujo de ver a Bardem (nominado al oscar) dos horas en pantalla y recorrer las calles de una Barcelona lánguida con los ojos del director Mexicano, merece la pena y mucho. 

La película le ha valido a Iñarritu la nominación en la categoría a mejor película de habla no inglesa para los Oscar, aunque sinceramente creo que la increíble película canadiense Incendies, está por encima de la Mexicana.

NOTA: 7

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