viernes, 24 de octubre de 2014

CRÍTICA DE:



El realizador alemán Dietrich Brüggemann, nos trae una obra rodada en catorce planos secuencias acerca de la vida de María, interpretada de manera magistral (favorita para la espiga) por Lea van Acken. La obra realiza un paralelismo entre las últimas horas de la vida de Jesús con los últimos días de la vida de María, repartidos en catorce momentos, que fueron también las catorce estaciones que recorrió Jesús camino del Gólgota.

Kreuzweg nos transporta de forma fantástica hacia la vida de una familia alemana ultracatólica vista desde los ojos de una niña de catorce años a punto de realizar su confirmación. La cámara fija en los catorce planos secuencia (exceptuando el último) nos ofrece una visión sin florituras, tal y como María vive su vida, sin un ápice de emoción o sentimiento terrenal, una cárcel sentimental en vida a la que somete principalmente su madre interpretada rotundamente por Franziska Weisz.

La película nos solo es un acierto a nivel técnico y formal, también sabe transmitir ese infierno en el que vive la adolescente María, una grata sorpresa para un festival que lleva varios años en capa caída debido a los continuos recortes en cultura que estamos viviendo en los últimos tiempos. 

John Lennon decía en su canción, Imagine, "and no religion too" y en esta película no podía llevarse esa frase más a rajatabla. Los extremismos son siempre malos, se disfracen de Alá, Yahvé o Jesús de Nazaret. 

NOTA: 7,5


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