viernes, 24 de octubre de 2014

CRÍTICA DE:


Hay veces que en la Seminci se le presenta a uno la oportunidad de disfrutar de uno de sus directores favoritos, hace varios años tuve la ocasión de hacerlo con Wong Kar Wai con su 2046, este año he podido hacerlo con un genio de las pequeñas historias, Zhang Yimou.

Gui lai, Coming home, El regreso a casa, sea como fuere Zhang Yimou. El director chino vuelve a traernos una historia que conmueve, emociona, llega. Porque muchas veces el cine no es solo un elemento artístico enrevesado, en el cual tenemos que contar historias originales e impactantes, a veces es solo un vehículo para transmitir sentimientos, y en eso el señor Yimou es un experto. Contando historias cotidianas, es capaz de postrar al respetable con una sonrisa, un llanto o simplemente una mirada perpleja durante los minutos que aparecen en pantalla los personajes. Y si hablamos de personajes, no podemos sino centrarnos en los femeninos que pueblan su filmografía, muy pocos directores en el mundo pueden sacar tanto partido de las actrices, dándolas unos matices que las llevan a competir en festivales por todo el mundo. Y si nos centramos en actrices, nadie como Gong Li representa mejor la esencia de las obras del director de Xian. 

Con una crítica subyacente sobre las injusticias que causó la revolución china, tema siempre presente en su obra, Gui Lai nos trae una historia de amor marcada por un hecho fatídico que desencadena la enfermedad del personaje interpretado por Gong Li, una amnesia que provocará que no reconozca a su propio marido Lu Yanshi, excarcelado tiempo después. Mención especial merece la escena que desencadena la enfermedad de la esposa, en una estación de tren abarrotada de gente. 

Cabe destacar el nuevo trabajo excepcional de su maestro director de fotografía que le ha acompañado en multitud de títulos, Zhao Xiaoding, con la nieve y la lluvia como elementos básicos de la poesía que dota Yimou a sus películas. Tampoco puedo olvidarme de la maravillosa banda sonora, vehículo imprescindible en coming home, creada por Chen Qijang. Los acordes de piano y las sutiles melodías de violín y chelo nos conquistan como un prestidigitador, llevándonos a la China postrevolucionaria. 

Puede que no sea la mejor obra del realizador chino, sin embargo está a la altura de su magnífica obra, el creador de Amor bajo el espino blanco, el camino a casa, ¡Vivir!, la casa de las dagas voladoras o Hero, está de vuelta y sinceramente, yo si fuera ustedes en cuanto aparezca en el cartel de su ciudad, correría a reverenciar su obra. 

NOTA: 8

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