Rodrigo Cortés ya nos deslumbró en Buried (Enterrado) por apostar por un cine con ritmo, que te mantiene en vilo desde el primer minuto y del que necesitamos extraer respuestas, todo ello coronado por un truco final excelente. Luces rojas mantiene todos esos ingredientes.
Con un reparto de altura, que demuestra la gran repercusión que tuvo su primera película, Rodrigo Cortés se centra en esta ocasión en contar la historia de una parapsicóloga (Sigourney Weaver) y su ayudante (Cillian Murphy), encargados de desenmascarar fraudes por los denominados dotados, aquellas personas con capacidades mentales excepcionales. En su camino se cruza un antiguo conocido vidente, Simon Silver (Robert De Niro), sin embargo los acontecimientos que se producirán a partir de aquí serán del todo inesperados.
La película mantiene un atmósfera de thriller psicológico excelente, que hace involucrarse al espectador durante todo el metraje. Con unas interpretaciones más que correctas y un final inesperado, Cortés redondea un trabajo más que digno. Como pero se le puede poner alguna escena cuya factura podría haber sido mejor a nivel de guión. Dos ejemplos son la escena en el edificio donde pasa consulta el vidente Simon Silver, donde creo que todos nos esperabamos algo más y también una escena de violencia totalmente exagerada. Pese a ello la película luce magnífica, con un color verde de pasen y vean, en contraposición con el título de la misma. Una buena apuesta en una época de estrenos muy mediocres.
NOTA: 7
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