miércoles, 8 de febrero de 2012

CRÍTICA DE:


Una colaboración entre el gran Clint Eastwood y Leonardo DiCaprio solo puede conllevar una gran película, sin embargo, J Edgar se queda a algunos metros de la línea de meta, a continuación pasaré a explicar por qué.

Habitualmente Clint Eastwood cuenta en sus películas con guionistas de una talla excepcional que le hacen mucho más fácil el trabajo, es el ejemplo de Paul Haggis en su inconmensurable Million Dollar Baby o Cartas desde Iwo Jima. También en muchas ocasiones maneja un material excepcional y contrastado para desarrollar sus películas como es el caso de novelas como la de John Carlin con el que dio a luz Invictus. En este caso, el guionista encargado de llevar a cabo la vida de J. Edgar Hoover es Dustin Lance Black, responsable de series como Big Love pero que en el cine no ha llevado a cabo grandes proyectos. 

Es en el guión de la película donde veo la primera y principal tara de la película, ya que el trabajo ejecutado por el señor Black es cuanto menos discutible. En algunas ocasiones carece de fuerza narrativa aunque quizá donde más falla según mi opinión es en contar la vida de J. Edgar Hoover ya que no profundiza en los momentos más importantes de su vida, como fue el asesinato de John Fitgerald Kennedy en el que pudo estar implicado, la persecuión antisemita, su lucha contra la gente de color en especial Martin Luther King o el asesinato de Robert Kennedy. Hasta tal punto fue controvertida su figura que hace unos años se realizó una enmienda para eliminar su nombre de la sede oficial de Washington algo que no fue ratificado por el Senado.

En la película se da mucha más importancia a su supuesta inclinación homosexual, de la que por otra parte no existe ninguna prueba, o su lucha contra el crimen organizado. Como nota positiva podemos sacar, que a raíz de la historia de amor con su mano derecha Clyde Tolson, aparece un magnífico personaje interpretado por Josh Lucas, que en determinados momentos se come por completo a Leonardo DiCaprio. Bien merecería en mi opinión una nominación a los Ocar a falta de ver al resto de nominados para mejor actor de reparto.

Pese a todo lo dicho anteriormente, la película es buena, eso es obvio, Eastwood maneja la cámara como un maestro, posicionándola en los momentos más importantes de la misma. Las interpretaciones son excepcionales, destacando la ejecutada por Josh Lucas con una cantidad de registros magníficos. Sin embargo no nos olvidemos que el filme habla sobre la vida de J. Edgar Hoover, director del FBI durante cuarenta y ocho años que si bien realizó meritorios avances en el campo de la investigación criminal, su persona tuvo tantas sombras que es imposible salvarle de la quema. Su antisemitismo, racismo y ultraconservadurismo le llevo a chantajear, presionar, torturar y quizá conspirar, para quitar de en medio a toda la familia Kennedy y a muchas más figuras públicas cuyos ídeales no estaban en consonancia con lo que soñaba Hoover para la sociedad americana. 

Señor Di Caprio, si J. Edgar Hoover era un gran americano como usted dijo en la entrega de los globos de oro, ahora sé porque hay tanto antiamericanismo en el mundo.

NOTA: 7

No hay comentarios:

Publicar un comentario