viernes, 3 de febrero de 2012

CRÍTICA DE:


Comenzamos el apartado de biopics para estos Oscar con la vida de la primera jefa de estado en occidente, Margaret Thatcher, encarnada en la ficción por Meryl Streep. 

Ya de primeras al ver la ficha técnica de la cinta, sacamos un par de conclusiones claras. La primera es que la presencia de Meryl Streep en la misma la va a reportar una repercusión notable, posicionándola en las quinielas de los Oscar. La segunda es la directora Phyllida Lloid, que con tan solo un largometraje a sus espaldas y la verdad no muy bien acogido por la crítica, como fue Mamma Mia, creo que el proyecto de contar la vida de la señora Tacher le queda muy grande, y fracasa en muchos momentos.

La historia de La dama de hierro no nos acaba de atrapar en ningún momento, pese a que si bien hay determinados momentos notables, principalmente en mi opinión los que se refieren a Thatcher como primera ministra, la película no cuenta con una línea constante, intercalando momentos más interesantes con una Margaret Thatcher anciana que nos da siempre la impresión que está al borde de la muerte, deseando en muchas ocasiones que ésta se produzca cuanto antes. Es a lo largo de toda esa etapa cuando quizá Meryl Streep desarrolla su papel más completo, con una caracterización impresionante de la persona encargada del maquillaje, pero también es aquella que nos dice menos dentro de la película.

Un filme correcto, que intenta abarcar demasiado y se queda a medio camino, una Meryl Streep siempre magnífica y un personaje histórico, Margaret Thatcher, con la que se es demasiado condescendiente y es que no nos olvidemos que fue la principal causante de la guerra de las Malvinas y que estuvo al frente de una de las inglaterras más conservadoras de la actualidad, recordándome en muchas ocasiones a una política española que encabeza el gobierno madrileño. 

NOTA: 6 

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