miércoles, 4 de enero de 2012

CRÍTICA DE:


The Artist es de esos productos que no cuentan nada nuevo en si mismos, pero que la forma con que lo cuentan hacen que sean películas excelentes, en unos tiempos que eso es decir mucho.

Arriesgarse a hacer una película muda que hable del paso de Hollywood al cine sonoro es ya arriesgarse mucho, pero si encima se hace en blanco y negro y con actores principales no excesivamente conocidos en los círculos mayoritarios da pie a pensar que el director ha de tener un as escondido en la manga para saber que su obra merece la pena ser vista. Y vaya si lo tiene...

La cinta recoge todas las referencias más estilizadas del cine más clásico de Hollywood junto con un guión que nos recuerda a películas como Cantando bajo la lluvia, además pone en escena a dos monstruos interpretativos que para la gran mayoría nos resultaban desconocidos por su paso tan solo por productos franceses. Una tragicomedia espléndida, con unos planos y una banda sonora tan maravillosos de los que tan solo nos queda la opción de un aplauso sonoro. Candidata a todo en los globos de oro y con multitud de premios a sus espaldas. Una película que sabemos lo que nos va a contar y lo que va a pasar, pero no podemos dejar de mirarla. 

Jean Dujardin ya ha conseguido en Cannes el máximo galardón por su interpretación, al más puro estilo Clark Gable o Douglas Fairbanks. Tampoco podemos olvidar a la maravillosa coprotagonista, la señorita Bejo o Verdú, ya que su parecido con nuestra actriz Maribel Verdú es asombroso, igual que al genial elenco de secundarios, como el conocido John Goodman o James Cromwell.

The Artist es una película que no han de perderse y es que es complicado hoy en día ver un producto tan sútil y cuidado como esta producción francesa. Gran trabajo señor Michel Hazanavicius.


NOTA: 8,2

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