La elección de papeles de Tom Cruise los últimos años han ido más en consonancia con la taquilla que con la calidad interpretativa, lejos quedan sus papeles maravillosos en Magnolia, Nacido el 4 de Julio o Jerry Maguire.
Tras películas muy menores como Noche y día, el bueno de Cruise vuelve a ponerse la máscara de Ethan Hunt en una nueva secuela de Misión imposible, basada en la serie de televisión con título homónimo.
En esta ocasión la película repunta de nuevo, afinzando las pequeñas muestras que dio en la anterior entrega, culminando con un producto de calidad, cercano a la primera entrega, si bien más encaminado a un producto de acción (muy al estilo Bourne), alejándose en muchos momentos del suspense que transmitía la primera parte de la saga.
Las escenas de acción son espectaculares, destancando la primera escena en el Kremlin y las posteriores en Dubai, dignas del mejor Bourne o Bond que se recuerda.
El final de la película desmerece un poco, bajando un poco la calidad de la misma, con un Bombay algo descafeinado, que en mi opinión se podía haber exprimido más.
Una película de acción muy correcta y entretenida, con fantasmadas en muchas ocasiones hipnóticas que nos harán mantenernos en vilo en los aproxidamente ciento treinta minutos con los que cuenta el filme.
NOTA: 6,5
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