Drive es de esos thrillers que de vez en cuando aparecen en cartelera que habitualmente pasan desapercibidos para el gran público pero que merecen mucho la pena ser vistos. Un ejemplo de ello fue la excepcional Cuando el diablo sepa que has muerto, que para mí fue de las mejores películas que se pudo ver en su año. Drive no está a la altura de la anteriormente citada, sin embargo, raya a gran nivel, con unas escenas de acción espectaculares, un elenco de actores de alcurnia y una estética a caballo entre el cine de los 80 y la literatura pulp.
La película arranca con una escena de persecución trepidante, que nos dará una ídea de como es el protagonista de la película, interpretado por Ryan Gosling, a partir de aquí el director nos irá dando pequeñas pinceladas del carácter introvertido y reservado de Driver, del que al igual que los personajes que le rodean, no llegamos a conocerle del todo.
Cabe destacar también la coprotagonista interpretada por Carey Mulligan, una actriz muy prometedora que ya nos deslumbró con An education, interpretación que la valió nada más y nada menos que una nominación para los Oscar.
La banda sonora conduce toda la acción del filme, con escenas de una potencia visual pocas veces vista, aderezadas con altas dósis de violencia, algo que se plasma en las canciones que pueblan la película.
La película combina largos silencios, debido principalmente al carácter del protagonista, con escenas de acción endiablada, y aunque pueda parecer lo contrario, todo encaja bien en este puzzle elaborado por Nicolas Winding Refn.
Una grata sorpresa en estos días de tiempo gélido, a la espera de las películas que poblarán los globos de oro y Oscar de este año 2012.
NOTA: 7,3
Quiero destacar la banda sonora, las escenas nocturnas y silenciosas tomadas desde el coche, y también la del ascensor, de esta buena película.
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