El final de la saga que ha atraído a millones de personas en todo el mundo, principalmente adolescentes y mujeres en general está a punto de llegar a su fin, y he de decir que ya era hora, porque si tengo que aguantar dos películas más es posible que me suicide.
Crepúsculo comenzó en su primera película mostrando cosas relativamente interesantes, ya que nos ofrecía una película al estilo serie B con un guión medianamente coherente, riéndose en ocasiones de si misma, con una gran banda sonora y una preciosa fotografía. De todo ello solo queda la bonita fotografía ya que el guión podría haber sido escrito por un niño de cinco años y lo hubiera hecho mejor, la banda sonora suena ñoña en consonancia con la película y el humor que destilaba la primera película se ha convertido en una continúa carcajada pero no debido al interés del director de insertarlo en la película, ya que ésta pretende ser todo un drama, sino porque las escenas y diálogos son tan patéticos en general que hacen gracia. De hecho es lo único que hizo que las dos horas de película se me hicieran cortas, ver que nuevo personaje o que nueva escena nos tenía deparada la historia, para decir: ¿Qué mierda es esta?
En fin, enhorabuena a un gran director de fotografía como es Guillermo Navarro, colaborador habitual de Guillermo del Toro (El laberinto del fauno), ya que su labor es la única que luce en todo el metraje. Bueno, la suya y la del equipo de maquillaje y postproducción, ya que desarrollan una gran tarea en la transformación de Bella Swan (Kristen Stewart) a lo largo del filme.
NOTA: 3,5
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