Hasta la vista, Seminci: Por Jorge Santo Tomás
Quién iba a decir que lo más rico no era el primer plato. Ni el segundo, ni el postre ni el café. Era, prácticamente, la sobremesa. La penúltima película a concurso fue la que acabó por conquistar a los cinco miembros del jurado internacional en la Sección Oficial de la Seminci. Hasta la vista, del director belga Geoffrey Enthoven sorprendió a propios y extraños al hacerse con la Espiga de Oro en una edición de muy buen nivel. Se ha impuesto, contra toda quiniela, a grandes nombres como Guédiguian, Yimou o Kaurismäki e incluso a sus fraternales compatriotas Luc y Jean-Pierre Dardenne; "una institución en Bélgica", como asegura el premiado y sorprendido realizador.
La cinta vencedora nos presenta a tres jóvenes con diferentes discapacidades físicas que deciden emprender un viaje a España bajo el pretexto del enoturismo, pero con la verdadera intención de perder la virginidad, cada uno la suya, en un burdel especializado en atender casos como los suyos. Una arriesgada tragicomedia que desde el momento de su concepción corría el riesgo de querer dirigir (y recurrir a) la sensiblería del espectador, pero que ha sabido equilibrar los ingredientes en su justa medida para encandilar, no a uno, sino a dos jurados; porque la quinta visita de Enthoven a la Seminci también se ha saldado con el Premio de la Juventud. 2x1.
La que bien podría haberse llevado el máximo galardón ha sido Las nieves del Kilimanjaro, un drama compacto y conmovedor, como escribía en este mismo blog Samuel Ortega. Una sólida apuesta visual y de guión que se ha visto forzada a ceder su lugar en el podio a nuevas generaciones deseosas de conquistar festivales. Todo sea por la futura distribución. Por una vez, los galones han jugado en contra de Guédiguian. No así con Agnieszka Holland, que ha firmado en In Darkness una de sus más discutidas películas pero que se va de Valladolid con el premio a la Mejor Dirección. El mejor trabajo novel tras las cámaras ha sido, según el jurado, el de la aragonesa Paula Ortiz, más poetisa en lo visual que novelista en lo narrativo, pero que ofrece una más que aceptable ópera prima en De tu ventana a la mía. Pero nada más rascó: Maribel Verdú está brillante, pero su papel no tiene el peso suficiente en un film que narra 3 historias paralelas. Sólo era un tercio protagonista.
El palmarés lo completan un trío de intérpretes llamados a cubrir las ausencias de sus películas en galardones de mayor entidad. El amor bajo el espino blanco, de Zhang Yimou, sólo ha rebañado el premio a la mejor actriz, para el dulce y delicado papel que encarna Zhou Dongyu. Mientras que Starbuck, uno de los nombres más repetidos de esta cómica edición, se queda a medio gas con Patrick Huard, mejor actor ex aequo junto a Brendan Gleeson, el guardia de The Guard. Y que den gracias. los Dardenne solamente se llevan una mención a su joven niño de la bicicleta, Thomas Doret. Premio especial para la directora y las actrices de Circumstance y Mejor Guión para otra de las favoritas, de las que más se recordará entre los espectadores, Monsieur Lazhar. La peli canadiense también se ha llevado el Premio de la Crítica Internacional, que no es poco decir viniendo de la FIPRESCI.
Y, como decía Mayra Gómez Kemp, hasta aquí puedo leer. Acababa de empezar, ¿verdad? Pero, sin darnos cuenta, ya ha terminado esta vorágine de celuloide que es el "Valladolid International Film Festival" (lo siento, es que me hace mucha gracia las lecturas de las actas). Un festival que este año se ha marcado una buena senda a seguir para próximas ediciones, superando los 55.000 espectadores de la pasada cita y apostando por un cine de autor que sepa asentarse en guiones de calidad pero sin perder la conexión con el público, que ya está harto de llorar y llorar. Decía Javier Angulo, director de la Seminci, que habían visto más de 1.500 películas para realizar la selección. Parece que el esfuerzo ha merecido la pena. La crisis había convertido esta 56ª edición en otro "match-ball"; punto de partido vencido.
La cinta vencedora nos presenta a tres jóvenes con diferentes discapacidades físicas que deciden emprender un viaje a España bajo el pretexto del enoturismo, pero con la verdadera intención de perder la virginidad, cada uno la suya, en un burdel especializado en atender casos como los suyos. Una arriesgada tragicomedia que desde el momento de su concepción corría el riesgo de querer dirigir (y recurrir a) la sensiblería del espectador, pero que ha sabido equilibrar los ingredientes en su justa medida para encandilar, no a uno, sino a dos jurados; porque la quinta visita de Enthoven a la Seminci también se ha saldado con el Premio de la Juventud. 2x1.
La que bien podría haberse llevado el máximo galardón ha sido Las nieves del Kilimanjaro, un drama compacto y conmovedor, como escribía en este mismo blog Samuel Ortega. Una sólida apuesta visual y de guión que se ha visto forzada a ceder su lugar en el podio a nuevas generaciones deseosas de conquistar festivales. Todo sea por la futura distribución. Por una vez, los galones han jugado en contra de Guédiguian. No así con Agnieszka Holland, que ha firmado en In Darkness una de sus más discutidas películas pero que se va de Valladolid con el premio a la Mejor Dirección. El mejor trabajo novel tras las cámaras ha sido, según el jurado, el de la aragonesa Paula Ortiz, más poetisa en lo visual que novelista en lo narrativo, pero que ofrece una más que aceptable ópera prima en De tu ventana a la mía. Pero nada más rascó: Maribel Verdú está brillante, pero su papel no tiene el peso suficiente en un film que narra 3 historias paralelas. Sólo era un tercio protagonista.
El palmarés lo completan un trío de intérpretes llamados a cubrir las ausencias de sus películas en galardones de mayor entidad. El amor bajo el espino blanco, de Zhang Yimou, sólo ha rebañado el premio a la mejor actriz, para el dulce y delicado papel que encarna Zhou Dongyu. Mientras que Starbuck, uno de los nombres más repetidos de esta cómica edición, se queda a medio gas con Patrick Huard, mejor actor ex aequo junto a Brendan Gleeson, el guardia de The Guard. Y que den gracias. los Dardenne solamente se llevan una mención a su joven niño de la bicicleta, Thomas Doret. Premio especial para la directora y las actrices de Circumstance y Mejor Guión para otra de las favoritas, de las que más se recordará entre los espectadores, Monsieur Lazhar. La peli canadiense también se ha llevado el Premio de la Crítica Internacional, que no es poco decir viniendo de la FIPRESCI.
Y, como decía Mayra Gómez Kemp, hasta aquí puedo leer. Acababa de empezar, ¿verdad? Pero, sin darnos cuenta, ya ha terminado esta vorágine de celuloide que es el "Valladolid International Film Festival" (lo siento, es que me hace mucha gracia las lecturas de las actas). Un festival que este año se ha marcado una buena senda a seguir para próximas ediciones, superando los 55.000 espectadores de la pasada cita y apostando por un cine de autor que sepa asentarse en guiones de calidad pero sin perder la conexión con el público, que ya está harto de llorar y llorar. Decía Javier Angulo, director de la Seminci, que habían visto más de 1.500 películas para realizar la selección. Parece que el esfuerzo ha merecido la pena. La crisis había convertido esta 56ª edición en otro "match-ball"; punto de partido vencido.
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