El último colaborador de este blog no es otro que Samuel Ortega, publicista de profesión y cortometrajista por afición, nos trae la crítica de Las nieves del Kilimanjaro, espero que la disfrutéis.
CRÍTICA REALIZADA POR SAMUEL ORTEGA:
El director francés Robert Guédiguian regresa a Valladolid, un feudo en el que ha conseguido cosechar grandes éxitos, con su nueva película: Les neiges du Kilimandjaro (Las nieves del Kilimanjaro).
El filme es una adaptación del poema de Víctor Hugo Les pauvres gens y sorprende ver cómo el eco de los versos del autor francés se puede ver reflejado en una historia situada en la actualidad.
La película se desarrolla en un barrio obrero de Marsella, donde, a causa de la crisis, un grupo de trabajadores es despedido de manera colectiva. Entre ellos, se encuentra el protagonista del metraje, un hombre de mediana edad que, a pesar de haber tenido que dejar la empresa en contra de su voluntad, vive feliz junto a su esposa, sus amigos, sus hijos, sus nietos y con la conciencia tranquila de haber trabajado por un mundo mejor para ellos. Sin embargo, esta calma se ve alterada cuando dos enmascarados irrumpen en su casa y, al robarles, ponen en duda los ideales por los que ha trabajado toda su vida. A partir de aquí deberá hacer frente a situaciones (que el filme parece también trasladar al espectador) que pondrán de manifiesto su humanidad y sus valores.
Guédiguian consigue, gracias a un buen guión, una excelente fotografía, al gusto por los detalles, a una cuidada selección musical y a las magníficas interpretaciones del grueso del reparto, un drama compacto, conmovedor, con el ritmo adecuado, que consigue cautivar al espectador.
En definitiva, Les neiges du Kilimandjaro es un buen pedazo de cine de autor, una buena película que consigue lo que se propone y a la que solo se le puede recriminar un excesivo “buenrollismo” en el ambiente, cuando muchas de las situaciones son realmente dramáticas… pero quizás eso sea lo que la hace diferente.
El filme es una adaptación del poema de Víctor Hugo Les pauvres gens y sorprende ver cómo el eco de los versos del autor francés se puede ver reflejado en una historia situada en la actualidad.
La película se desarrolla en un barrio obrero de Marsella, donde, a causa de la crisis, un grupo de trabajadores es despedido de manera colectiva. Entre ellos, se encuentra el protagonista del metraje, un hombre de mediana edad que, a pesar de haber tenido que dejar la empresa en contra de su voluntad, vive feliz junto a su esposa, sus amigos, sus hijos, sus nietos y con la conciencia tranquila de haber trabajado por un mundo mejor para ellos. Sin embargo, esta calma se ve alterada cuando dos enmascarados irrumpen en su casa y, al robarles, ponen en duda los ideales por los que ha trabajado toda su vida. A partir de aquí deberá hacer frente a situaciones (que el filme parece también trasladar al espectador) que pondrán de manifiesto su humanidad y sus valores.
Guédiguian consigue, gracias a un buen guión, una excelente fotografía, al gusto por los detalles, a una cuidada selección musical y a las magníficas interpretaciones del grueso del reparto, un drama compacto, conmovedor, con el ritmo adecuado, que consigue cautivar al espectador.
En definitiva, Les neiges du Kilimandjaro es un buen pedazo de cine de autor, una buena película que consigue lo que se propone y a la que solo se le puede recriminar un excesivo “buenrollismo” en el ambiente, cuando muchas de las situaciones son realmente dramáticas… pero quizás eso sea lo que la hace diferente.
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