miércoles, 24 de agosto de 2011

CRÍTICA DE:


En el cine actual es obvío que echamos de menos muchas cosas, una de ellas está heredada de ese cine de los 70 y 80 donde auténticos titiriteros y magos ambulantes nos deleitaban con obras que quizá no irradiaban toda la calidad que nuestros corazones percibían. Y es que aquellos Spielbierg, Cameron, Lucas o Zemeckis dotaban a sus películas de un halo mítico que hoy en día han marcado a toda una generación. James Cameron volvió a recuperar levemente esa corriente con Avatar, sin embargo, es con Super 8 donde J.J. Abrahams nos devuelve a un terreno que ya creíamos solo presente en nuestros dvd´s - video. 

La mayoría de las veces que una película cuente con un productor de renombre no quiere decir gran cosa, quizá que si dicho productor tiene buen ojo, la película acabará siendo taquillera y entretenida, mas tiene que ver si dicho productor es ejecutivo o no, donde los matices pueden aumentar. En esta ocasión la presencia de Steven Spielberg en el proyecto es vital, ya que J.J. Abrahams ha construido toda su obra alrededor del universo Spielberg, siendo ésta un total homenaje a su filmografía, hecho que en la mayoría de las veces enriquece la película, aunque existen puntos negativos.

Todos habrán leído ya que si metemos Los Goonies, E.T. o Encuentros en la tercera fase en una batidora nos encontraremos con Super 8, esto es cierto, sin embargo la mejor parte de la película es aquella que se parece a Los Goonies, con casi una hora y media espectacular, nos muestra unas escenas que se graban en la retina y que pasan a ser toda una obra de titiritero del SXXI, recogiendo el testigo de aquellos que nos encandilaron a finales del siglo pasado. Con un guión muy cuidado, la escena de la estación de tren es sencillamente magistral encumbrando a Abrahams como maestro de ceremonías ya que suyo es el guión y también la dirección de la película. 

A medida que avanza la película cae en los tópicos de siempre,pero es cierto que están bien ejecutados la mayoría de ellos y te mantiene en vilo, todo ello conducido por una banda sonora compuesta por Michael Giaccino espectacular.

Verán una película con extraterrestre sí, pero bien podría haber sido cualquier otro elemento de ciencia ficción que se le hubiera ocurrido al creador de Lost o Alías y aunque la segunda parte del filme pierda enteros no deja de tener impreso ese gran corazón que a veces escasea en otras películas de mayor alcurnia, porque al fin y al cabo una película ha de transmitir emociones y esta verdaderamente lo consigue. 

Para concluir quiero destacar las actuaciones de todos los niños que participan en la película en especial la de la niña Riley Griffiths, sin ellos la película solo sería una más del montón, pero con ellos alcanza la categoría de notable, sobresaliendo en el desierto que supone el mundo del cine en la época estival. 

NOTA: 7

1 comentario:

  1. Plenamente de acuerdo con la crítica. A mí me generó tantas expectativas la primera parte que la segunda me dejó algo ploff, pero es cierto que aún así tiene mucho encanto. Y la mayor verdad que dice el autor de esta crítica es lo de la maravillosa interpretación de la niña. Está espectacular

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