miércoles, 23 de septiembre de 2009

ESTA SEMANA RECOMIENDO:


Vi esta película hace muchos años, exactamente nueve ya, en la sala tres de los cines Manhattan que para los que la conocéis no se caracteriza por su excesiva comodidad. Fui a verla puesto que había sido premiada en Cannes y en casi todos los premios Europeos de renombre (César mejor película extranjera), así como por sus fantásticas críticas y en este caso no me defraudó en absoluto. 

Con no más compañía que una botella de agua y apenas cuatro personas en todo el cine descubrí por primera vez a ese genio llamado Wong Kar-Wai en una sala de cine angosta pero que respiraba arte con cada fotograma del filme. En esta sala también descubrí al Bogart asiático, Tony Leung ("deseo peligro", "2046"), actor fetiche del realizador coreano. Tan solo fueron 95 min pero comprendí que había descubierto a uno de los mejores directores del momento.

La película narra la historia de una pareja que se muda a un inmueble habitado principalmente por la comunidad de Shanghai, allí conocen a otra pareja de recien casados que acaban de instalarse. Pronto surge la amistad entre el personaje interpretado por Tony Leung (Chau) y la mujer de su vecino (Li Zhen), amistad que se sustenta en que las parejas de ambos se encuentran casi todo el tiempo fuera. La relación se transforma cuando ambos descubren que sus parejas mantienen una relación sentimental en secreto. 

Un historia de amor contenida, triste y a la vez tan poética como imposible,  unos silencios mágicos donde la música fluye incrustándose en las imágenes como solo Kar Wai puede hacerlo, el arte convertido en arte, donde cada bocanada de humo que escapa de un cigarrillo casi apurado, nos hace flotar en la pantalla, donde un beso no es solo un beso, es el mundo deteniéndose y luego girando muy rápido, porque la lluvia no son gotas de agua, son la imposibilidad de los protagonistas de expresar sus sentimientos reflejados en el cielo más negro. Todo ello es Wong Kar-Wai, y nunca mejor expresado que en su "In the mood for love".

Cuando terminé de ver la película solo quería ver más de este genio coreano, me visioné todas, ninguna llegó a llenarme tanto como ésta, aún así, aquél día en aquella sala con aquellas cuatro personas, descubrí algo más que una película, descubrí la forma de hacer cine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario