CRÍTICA DE:

El excelente director Chino, Zhang Yimou, nos trae una nueva obra bajo el brazo, en esta ocasión una adaptación de la novela de Yan Geling (las trece mujeres de Nankin), que cuenta la historia de una serie de prostitutas que buscan cobijo en una iglesia católica de Nankin regentada por un maquillador de cadáveres (Christian Bale) que el destino ha puesto al cuidado de las alumnas de la iglesia. 

No hay que olvidar que la película trata la invasión de Nankin como ya lo hiciera la maravillosa Ciudad de vida y muerte, sin embargo, en este caso a Yimou le cuesta decidirse por el enfoque de la película, si centrarse en el lado humano de la guerra a través de las alumnas y las prostitutas con el consiguiente intuir más que mostrar o definitivamente exponer el horror de una guerra siempre atroz. Por lo tanto en mi opinión el genio Chino se queda a medio camino, teniendo que sacar partido de un personaje algo indefinido como el de Bale, llegando más los personajes femeninos interpretados por Ni Ni y Zhang Xinyi, prostituta y alumna. Un pasado que se añora destrozado por el horror de una infancia interrumpida, un madurez deseada por la sensualidad que destila su ser. Ambas unidas por el amor hacia una persona como John (C. Bale) que va cambiando a medida que sus ojos reciben el horror de la guerra. 

Las flores de la guerra tiene en sus casi dos horas y media de duración grandes momentos, sin embargo hay otros que naufragan en un guión algo flojo, costando ver en algunos momentos creíble el personaje de Christian Bale más por la profundidad a nivel del personaje que por el trabajo del propio actor, que tuvo problemas con el régimen Chino al visitar la casa del novel de la paz Liu Xiaobo que aún se encontraba recluido.

Tampoco ayuda en exceso la versión doblada de la película, pues tenemos que combinar la voz original en chino de los protagonistas con un doblaje que resulta irreal, haciendo desmerecer el trabajo final. Esto se ve compensado con una fantástica banda sonora original firmada por Qigang Chen. 

En esta ocasión Yimou no ha dado con la tecla adecuada para filmar otra obra maestra, si bien es una buena película, no pasará a la historia como uno de sus grandes títulos, y más si lo comparamos con la anteriormente citada Ciudad de vida y muerte. Si no tienen algo mejor que ver elijan Flowers of War, seguramente les dejará el poso de un buen cine del que se podía haber sacado algo más. 

NOTA: 6,5