lunes, 19 de marzo de 2012

CRÍTICA DE:


La pasada edición de los Oscar contó con varias películas cuya calidad no era ni mucho menos desulumbrante, sin embargo algunas de ellas destacaban por una gran interpretación dentro de la misma, como la que le valió el Oscar a Meryl Streep por interpretar a Margaret Thatcher o sin ir más lejos el excepcional trabajo que realizó Michelle Williams encarnando a Marilyn Monroe.

My week with Marilyn en mi opinión cuenta con una ventaja respecto a otros biopics que se vieron en la gala de los Oscar, y es que esta producción inglesa no tiene unas pretensiones tan altas como producciones como J.Edgar o La dama de hierro. Por dicha razón, cuando nos sentamos a ver la película, que en mi caso fue en compañía de mi móvil y poco más, puesto que la sala estaba vacía, no traemos unas expectativas demasiado altas y salimos satisfechos de lo que hemos visto. 

La interpretación de Michelle Williams no está ni mucho menos por debajo de la Streep, realizando un trabajo magnífico, creyendo en muchos momentos que no estamos viendo a aquella adolescente que se dio a conocer con la serie Dawson crece, sino a la mismísima Marilyn Monroe, dotando a su personaje, de una inocencia y una sensualidad que viene aparejada inexorablemente con la rubia más conocida de la historia del séptimo arte. Pero además de eso la película también nos ofrece esa visión decadente y autodestructiva de la malograda estrella que la hace lucir a Williams con brillo propio.

El filme es correcto, no cuenta demasiadas cosas, pero las que cuenta las cuenta con acierto. Quizá el protagonista nos chirría un poco, pese a ello sale a flote. 

Una película para disfrutar de una interpretación fantástica, una recreación que si bien no está embadurnada con varias capas de maquillaje, luce igual o más que aquellas. 

NOTA: 6,75

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