martes, 24 de enero de 2012

CRÍTICA DE:


Tras la maravillosa Balada triste de trompeta, Alex de la Iglesia, uno de los directores más originales y con un estilo propio más definido en el cine español, vuelve a la gran pantalla con esta tragicomedia encabezada por una pareja un poco suigéneris, Jose Mota y Salma Hayek.

La película cuenta en clave de humor la trágedia que acontece a un marido en paro que tras recibir su enésimo varapalo a la hora de encontrar trabajo decide ir a Cartajena para dar una sorpresa a su mujer y reservar el hotel que años atrás disfrutaron en su luna de miel, sin embargo, su visita a la ciudad murciana no será precisamente lo que él esperaba. 

Con un guión ágil y unas interpretaciones meritorias, La chispa de la vida consigue salir a flote sin que la mayoría de las escenas nos chirríen en exceso, simpre claro está sin olvidar la particular factura de Alex de la Iglesia, caricaturizando determinadas situaciones y personajes.

La película transforma el teatro romano de Cartagena en toda una simbología del circo político y social que todos tenemos que sufrir a nuestro alrededor y del que nos es muy dificíl escapar, otro reflejo de la españa más rancia, encabezada por el mundo de la farándula y el corazón. 

Una película para los amantes de Alex de la Iglesia, que si bien no es su mejor trabajo, se mantiene a flote de forma holgada.

"Y encima va Pepe y me pisa la mano, ahhh!!"

NOTA: 6,3

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