CRÍTICA DE:

Hace tiempo que vi la Caja 507 y pude descubrir a un gran director de thrillers que además era español. Enrique Urbizo con esta película se ha consagrado como uno de los grandes del thriller español junto con Amenabar. Además Coronado se muestra como una alternativa a los geniales Bardem y Luis Tosar. 

Los primeros momentos de película son magistrales, definiendo el futuro de Santos Trinidad (José Coronado) y también su pasado. El filme además de abordar principalmente la lucha de un hombre por limpiar las huellas de un crimen nos ubica en un marco muy especial para la historia moderna de España y en especial de Madrid, el 11-M. 

El nudo de la película de Urbizu se desarrolla de forma pausada, para que podamos ir desgranando nosotros mismos la historia de Santos e irnos anticipando a los hechos que ocurrirán en el desenlace. Aquí he de poner una pega pues en la comercialización del filme se utilizó un trailer en el que se refleja todas las escenas de acción que hay en la película (que son pocas), dándonos a entender que nos encontramos ante una película de acción más que un thriller, algo que seguramente a mucha gente le haya llevado a engaño. Sin embargo, la película luce perfecta de la forma que es, con un Madrid sucio y desangelado, con interiores puramente cañís, lugares que permiten ahondar más en la intrahistoria de Santos.

El desenlace es el esperado, pero es que la película no intenta disimular lo que va a pasar, sino que nos ubica en la butaca para que nosotros vayamos anticipándonos a todos los hechos y así sentir la ira de Coronado más cerca de nuestras carnes. 

Los personajes secundarios están muy correctos, destacando a Rachid, un buscavidas que sobrevive en la cuerda floja que separa la corrupción y la justicia. 

Una buena película, un director muy prometedor y un actor encaminado al Goya, tres buenas razones para ver No habrá paz para los malvados, y es que la paz para Santos dista mucho de estar en un cubata de havana 7 con un chorrito de cocacola. 

NOTA: 7,2