Muchos elementos de esta película son muy discutibles, desde su arriesgada apuesta (no hay que olvidar que un musical siempre es una empresa complicada), pasando por la elección de actores muy famosos para cantar canciones en riguroso directo o los planos del director. Pero todas estas premisas se pueden tirar abajo rápidamente por un servidor. En Hollywood lo que falta muchas veces es arriesgarse, estamos cansados de ver remakes que no aportan nada nuevo y si un director se atreve a llevar una obra (sin olvidar que parte de una versión teatral) a la gran pantalla en forma de musical, con todo lo que supone ello, pues me parece perfecto y en las nominaciones está la prueba. En lo que respecta a la elección de actores para cantar canciones en directo muchas veces es imposible en un musical conseguir esa perfecta dualidad entre interpretación y canto, y en mi opinión quitando Russell Crowe en algunas escenas, salen muy bien parados todos los actores. Por último los planos del director quizá si que en algunos momentos puede resultar algo cargante el uso del contrapicado, fiel reflejo de la miseria de los protagonistas, pero quien no haya disfrutado con el primer número ejecutado por Hugh Jackman que concluye con la ruptura de su condicional desperdigando los papeles al viento, es que no valora el séptimo arte.
La película me parece magnífica, con algunos números que emocionan, que hace que se te erice el bello, todo el mundo hablará cuando se recuerde esta película del número que seguramente le valga un Oscar a Anne Hathaway, con un plano secuencia espectacular, que ella según explicó tuvo que rodar con dos auriculares, pues no quería escuchar su propia voz. Pero tampoco se olvida el maravilloso número para cerrar la obra, fiel reflejo de la emotividad del filme, el desfile, el ya citado primer número de Jackman o la contraposición entre rojo y negro en forma de canción. Podría seguir enumerando números maravillosos, pero como quizá lo complicado sea citar los menos acertados, me dedicaré a decir que la última batería, me parece muy floja, con unos 20 minutos finales que desmerecen del conjunto, sin embargo esto se olvida con un cierre magistral, que llega al corazón y que alguno que otro que haya visto la película, le habrán dado ganas de empuñar las armas e irse al congreso de los diputados. De momento, mi favorita para los Oscars.
NOTA: 8
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