sábado, 22 de octubre de 2011

CRÍTICA DE:


La felicidad, ese preciado bien utópico que buscamos sin cesar a lo largo de nuestra vida. ¿Pero somos realmente felices en algún momento? ¿Puede ser una persona feliz haciendo infelices a la gente? ¿Qué se esconde tras una vida llena de infelicidad?  Estos y otros muchos interrogantes se desgranan en la nueva obra de Jaume Balagueró (Rec, Darkness...).

Luis Tosar ejecuta con una maestría solo al alcance de los más grandes su papel de conserje perturbado, transmitiéndonos esa angustia vital del protagonista y creando un icono repulsivo. También ayuda en esta empresa el pequeño elenco de secundarios, que ponen el papel de regalo a la actuación del gran Tosar. 

Una película que bien podría haber sido firmada por el mismísimo Hitchcock, que se adentra en la mente de un psicópata perturbado en pos de causar la infelicidad a todo aquél que le rodea. 

Un gran aperitivo antes de la Seminci que empieza hoy, una muestra más de que el cine español debe apostar no por obras mediocres comercialmente atractivas, sino por otras de directores prometedores, con guiones de calidad sin que dejen de tratar temas atractivos para el gran público. 

NOTA: 7,5

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