martes, 19 de julio de 2011

CRÍTICA DE:


Siempre que llega el final de una saga con tanto éxito como esta, echamos la vista atrás y repasamos lo que ha supuesto un fenómeno fan como el de Harry Potter para el mundo del séptimo arte desde que nos llegase la primera película allá en 2001 hasta esta Reliquias de la muerte parte II.

A través del paso del tiempo hemos podido constatar la evolución de muchos aspectos del mundo Potter reflejado en las pantallas: 

En primer lugar de películas más sencillas y simples pero a la vez más mágicas se pasó a otras más complejas y oscuras, de películas de misterio derivó en otras de aventura y acción. Por ello creo que en el punto medio está el acierto, y para mí la cuarta película y la quinta (Caliz de Fuego y Orden del Fenix) son las mejores, pues conjugan ese binomio que se hace necesario en esta historia. 

En segundo lugar la evolución de los tres actores principales. Quiero hacer un especial hincapié en Daniel Radcliffe (Harry Potter), que ha pasado de ser un niño decente, a ser un actor pésimo, sin registros, soso hasta la saciedad que acaba llenando la pantalla de ñoñería y oscuridad interpretativa. Habrá que esperar la evolución de Emma Watson (Hermione) y Ruper Grint (Ron) en papeles de más alcurnia aunque hoy por hoy, están muchos peldaños por encima de su compañero de aventuras.

En tercer lugar algo con lo que siempre cuentan estas superproducciones son con secundarios de lujo y Harry Potter no es una excepción. Esta última película no cuenta con demasiadas apariciones si exceptuamos a Voldemort (Ralph Fiennes), que pese a ser un actor maravilloso su personaje no me acaba de convencer, durante toda la saga intentan infundirnos miedo con solo pronunciar su nombre, cuando realmente cobra protagonismo nos da la sensación de ser un pobre viejo que juega a ser malo. Aunque para gustos hicieron los colores, la recreación de Sauron en este Harry Potter no me transmite lo suficiente, así como sus tediosos horrocruxes a modo de anillos de poder.

Podría seguir enumerando más piedras filosofales en las que descansa esta larga historia creada por J. K. Rowling, pero como tampoco deseo aburrir al personal más que seguramente lo hayan hecho los horrocruxes y Radcliffe, diré a modo de síntesis que esta última entrega cuenta con escenas visualmente potentes y entretenidas pero también hay otras que siguen el camino trazado por la anterior entrega, posiblemente la más floja de todas. Harry Potter debería abandonar su tarea como actor en Broadway y montar una frutería con todos los tomates que le hayan lanzado hasta la fecha. Un final aceptable para una historia que no llegará si quiera a rozar a la postre las cotas de otras como El señor de los anillos, Star Wars, etc. 

NOTA: 5,75   
 
Dedicado a todos los fans de Harry Potter, en especial a María, Sara y Jorge
 
Podéis votar en la encuesta Potteriana arriba a la derecha vuestra película favorita de la saga. 
 

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