viernes, 30 de julio de 2010

CRÍTICA DE:



Cuando una saga comienza bien pero va perdiendo fuelle lo mejor es abandonar el barco y guardar un bonito recuerdo algo que no han sabido hacer la gente de Dreamworks, sin embargo, esta última entrega es superior a su antecesora, algo que no era excesivamente complicado. 

El ogro más reconocible de la animación vuelve a las pantallas y esta vez con una historia que parece como un pseudocomienzo de la saga contado a través de que hubiera pasado si...

Los primeros minutos están bien, mantienen la frescura de las primeras entregas y un humor fino basado en los problemas de un padre de familia con la particularidad de que este padre de familia es Shrek, un ogro venido a menos. A partir de ahí entra en escena el mago malo del que no diré su nombre pues es bastante enfarragoso el cual propone un pacto a Shrek para retomar por un día los días de gloria que tuvo cuando aterrorizaba a toda la comarca, sin embargo, todo contrato tiene letra pequeña...A partir de aquí el mago intentará arrebatar la vida que Shrek ha cosechado con Fiona y sus hijos pero la tarea no será fácil.

La factoría dreamworks debería aprender de Pixar de como hacer envejecer a un producto sin que se quede obsoleto y es que el paso del tiempo en la saga Shrek poco tiene que ver con el de Toy Story.

Algunas historias a medio hacer y personajes que pasan un poco sin pena ni gloria culminan una película decente pero que no vale los séis euros que les costará la entrada. Si todavía sigue gustándoles esta saga alquilensela, no vale la pena malgastar tanto dinero y menos en los tiempos que corren.


"Dedicado a Thomas Gravesen un futbolista mítico"


NOTA: 5

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