Después de un largo parón debido a exámenes y un periodo vacacional sin películas de calidad a la vista vuelvo a escribir para recomendaros una película más o menos reciente (2008), protagonizada por Colin Farrell y Brendan Glesson.
Tuve la ocasión de volver a ver esta película hace poco ya que la tenía en gran estima y en un segundo visionado la he vuelto a disfrutar de la misma forma que lo hice en una sala angosta de los cines Broadway hace ya dos años. El trailer de la película era totalmente descafeinado ya que un filme complejo en su fondo y en su forma como este era complicado resumirlo en dos minutos y recurrieron a gracias fáciles que sin ver el contexto de la película pierden totalmente su sentido. Y es que definir este "Escondidos en Brujas" se me hace realmente dificil, lo más parecido sería una comedia negra, sin embargo tiene tintes dramáticos, cómicos y hasta de película de amor en un espacio sin igual, Brujas. En esta última afirmación no estaría muy de acuerdo el personaje principal interpretado por Colin Farrell que mas bien opina que Brujas es el purgatorio eterno, una carcel "per eternum".
Si tuviera que quedarme con algo de la película me quedaría con la magistral escena surrealista con una música irlandesa de fondo mientras el personaje interpretado por Glesson se encuentra en la torre más alta de Brujas, una mezcla de emoción y melancolía se unen en un magnífico plano con un magnífico personaje.
El humor de la película no es del todo convencional, sin embargo si saben apreciarlo no les decepcionará pues con las interpretaciones tan maravillosas de los personajes nos hacen creíbles situaciones surrealistas que en otra película no encajarían. Una rareza británica, que no les dejará indiferentes.
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