martes, 15 de septiembre de 2009

REFLEXIONES

CORRER:

el hombre desde tiempos inmemoriables lleva años corriendo, va en su naturaleza, en su espíritu e incluso en su subconsciente. Si los pájaros vuelan, nosotros corremos.

¿Alguna vez sentiste que el pecho te aplastaba el corazón? El miedo, el fracaso, la ansiedad, el abatimiento hacen que lo único que pretendamos sea escapar, correr y no mirar atrás. Lo hizo Forrest Gump en su película homónima, lo hizo Lola en la película "Corre, Lola, corre" y tantos y tantos ejemplos. El hombre individualmente corre por superarse a si mismo, pero sobre todo por escapar...El corazón bombea más rápido, los pulmones se contraen y expanden a más velocidad, la sangre se reparte por más lugares y nuestro cerebro tiene menos tiempo para pensar, escapamos de nuestra mente que en ocasiones supone una prisión más grande que Alcatraz y en última estancia escapamos de nuestro propio destino.

Correr no es solo mover las piernas, es transportar el alma al vacío, encontrarse uno solo en el mundo y creer que puede escapar de él, es sin duda un ejercicio del alma más que del cuerpo, la gente no corre hacia un destino fijo sino que corre para escapar de él.

Como consejo decirte que cuando corras intenta escapar de ese rastro que vas dejando, de tu sombra e incluso de tu pasado, de esta forma podrás detenerte y caminar de nuevo.

1 comentario:

  1. Maravillosa reflexión, emocionante y excelentemente expresada, aunque no estoy de acuerdo con el consejo último... Creo que es mejor dejar de correr y construir el nuevo camino a través del que ya se ha recorrido, sin perder jamás de vista al pasado, los errores, aciertos y demás cosas que lo han rodeado... Y sobre todo no correr para aislarse de la gente de siempre, porque será la que también conformará tu nuevo camino

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